El equipo de El Barco, en cooperación con la Comarca del Cinca Medio, han llevado a cabo el descubrimiento de parte de las pinturas murales de la Iglesia de Santa María Magdalena en Cofita (Huesca). Esta intervención constituye un avance fundamental para la restauración de la Iglesia y la puesta en valor del patrimonio cultural aragonés, pues ha permitido apreciar las calidades e importancia histórica-artística de sus bienes. El templo, de estilo románico y datado entre finales del siglo XII y mediados del siglo XIII, consta de una única nave, de planta rectangular, con bóveda de medio cañón ligeramente apuntada y ábside cubierto por bóveda de cuarto de esfera. La edificación se construye con sillares de piedra arenisca rojiza. Al exterior, algunos de ellos muestran marcas de cantero, dibujos incisos en los se que representan figuras de caballeros, e incluso un reloj de sol grabado, fechado en 1900.
En el interior, los muros se cubren con pinturas de enorme riqueza y expresividad, ejecutadas al temple sobre preparaciones de mortero de cal, probablemente, realizadas poco tiempo después de la finalización del templo, pero que habían llegado a nuestras días ocultas bajo capas de mortero. A fin de recuperar estas pinturas murales, y tras llevar a cabo un estudio de catas que nos permitió determinar una estimación del porcentaje de superficie pictórica que se conservaba, acometimos las obras de descubrimiento y consolidación de una cata de 8 m², situada en el lado de la epístola de la Iglesia.
Para ello, nos tuvimos que enfrentar a los problemas ocasionados como consecuencia de los desplazamientos de cimentación, como grietas de diverso tamaño e importancia, roturas del muro y abombamientos. Si bien esta causa de deterioro se encuentra ya atajada por un proceso reciente de estabilización estructural, que consistió en la cimentación y la sustitución de cubiertas. Por lo demás, los sillares que habían quedado al descubierto sufrían arenización, erosión, descamaciones, repicados y roturas, y el mortero de las juntas se presentaba descohesionado. Las pinturas, bajo la capa de mortero basto de yeso que las cubría, se encontraban pulverulentas y se detectaron problemas de cohesión entre estratos con presencia de oquedades.
Con el propósito de estabilizar la obra y sacar a la luz las pinturas, se emprendió un tratamiento centrado en la consolidación, la eliminación de morteros de recubrimiento, la limpieza, el repaso de las juntas entre sillares y el sellado de bordes, que ha hecho posible recuperar la resistencia a los materiales y volver a mostrar las pinturas, sin ocultar las huellas que el paso del tiempo ha dejado sobre ellas. Así, se han descubierto varias escenas relativas a la vida de la Virgen María, como la consagración de María en el templo o la pubertad de María, que se disponen horizontalmente y se representan separadas por una franja decorativa. El área de intervención incluye también parte del pilar adyacente donde se distribuyen motivos vegetales, en el lateral; dos escenas, en el frente, entre las que cabe citar la caída de Simón el Mago; y una escena más coronada con una cartela, en el otro extremo.
Con todo ello, queda demostrada la importancia de atender a la conservación del patrimonio local para difundir la cultura de un territorio, y sensibilizar y atraer a la población y visitantes. Los resultados de la intervención pueden verse en https://fb.watch/iFQSxop_Tj/
