Podemos asegurar que uno de los tesoros más desconocidos de nuestro Patrimonio Artístico, son los trabajos de “estuco volumen” que atesoran las “Casitas” que el Rey Carlos IV se hace construir en El Pardo, Aranjuez y El Escorial. Concretamente vamos a tratar el techo de “estuco volumen” de la Sala de Sedas de la Casita del Príncipe de El Escorial.
Según documentación, Juan Bautista Ferroni comienza los trabajos de decoración y diseño en 1789. En 1795 el estuquista José Ginés continúa los trabajos de decoración ayudados por un equipo de oficiales distinto al empleado por Ferroni.
El soporte de estos techos está realizado con bóveda de ladrillo cosido con cal y arena, posteriormente lleva un revoco de cal y arena con ladrillo triturado y rematado con los ornamentos realizados en yeso.
La disposición de las decoraciones consiste en cuatro temas ornamentados en las limas con camafeos, representando alegorías. Todo esto en la zona abovedada. La zona central plana alberga dos camafeos y representaciones de altorrelieves con roleos, guirnaldas y figuras humanas. Las molduras están realizadas en plomo y doradas a la sisa en dos tonos de oro fino. La talla es finísima y cada elemento es distinto. Todo esto está modelado y luego vaciado y colocado. También hemos comprobado que muchos de los elementos están tallados “in situ”. El trabajo es delicadísimo y de una finura extraordinaria.
Las alteraciones que han sufrido estos techos, vienen producidas por filtraciones de agua provenientes de las cubiertas de plomo. Hemos constatado que estos problemas han venido sucediéndose regularmente en el tiempo, ya que el techo está intervenido en diferentes épocas y por diferentes manos.
Las intervenciones anteriores están realizadas en yeso y son muy bastas, comparadas con el original. Al ser preparación de yeso con el agua han producido sales al repetirse las filtraciones, lo que ha provocado la pérdida de las decoraciones, ya que los yesos quedaban muy alterados y pulverulentos. Los ornamentos de perlas y los plomos se encuentran repintados en purpurina con pérdidas de volumen.
La intervención de restauración comienza con una cartografía marcando las diferentes alteraciones: falta de volumen, sales, grietas, intervenciones anteriores inadecuadas purpurinas, repintes, etc.
Seguidamente se ha procedido a sanear todo lo que se encontraba en mal estado, llegando hasta el soporte de ladrillo. Eliminación de sales. Reconstrucción de todos los elementos faltantes, mediante moldes y en muchos casos completando el moldeado “in situ” como se hizo el original. Completar las decoraciones con rigor y perfectamente documentado ha sido el propósito de esta intervención, muy delicada y que requiere del mejor equipo de especialistas en “estuco de yeso”.
Creemos muy interesante la divulgación de este tipo de obras de nuestro patrimonio artístico de una gran belleza, verdaderas obras de escultura en relieve y que por la dificultad de su visionado, ya que se encuentran en estancias pequeñas y con techos bajos, poca gente conoce.
Patrimonio nacional lleva realizando en estos últimos veinte años un verdadero esfuerzo en la restauración rigurosa de sus Patrimonio Artístico que por su complejidad y magnitud muchas veces no conocemos en profundidad.