RESTAURACIÓN DE DOCE CANDELABROS DE LA VERJA SUR DEL PALACIO DE BUENAVISTA

La verja que sirve de cerramiento al Palacio de Buenavista, sede del Estado Mayor del Ejército, ha experimentado numerosas modificaciones a lo largo de su historia, adaptándose al gusto y las necesidades de uso de cada momento. Aquí, nos centraremos en la restauración de los doce candelabros que flanquean sus puertas y chaflán. Fueron fabricados por Masriera & Campins hacia la segunda mitad del siglo XIX, en fundición de bronce a la arena, incluyendo algunas variaciones en su diseño: los candelabros de la Puerta de Embajadores presentan cinco brazos, mientras que los demás muestran tan solo tres, a excepción de aquellos que marcan el chaflán, que acogen motivos escultóricos. Se ubican sobre pilastras de piedra caliza de Guadalix labrada, apoyadas sobre un zócalo de piedra berroqueña.

Estado inicial

Estado inicial

Llegaron a nuestros días en un estado de deterioro avanzado, aquejados por daños cuyas causas principales se derivan del contexto en el que se localizan. Se encuentran ubicados en el exterior y, por tanto, muy expuestos a agentes atmosféricos como agua, viento, oscilaciones bruscas de temperatura y humedad y radiaciones solares, que habían provocado desgastes, oxidación puntual y, en los casos más graves, deformaciones y pérdidas. Otro factor clave en la alteración de los faroles es la polución, que procede, en su mayor parte, del tráfico rodado que circula constantemente por su entorno y que favorece la formación de pátinas negras y manchas de tipo graso que degradan las superficies. En este ambiente, se identifican también otras sustancias contaminantes, que se manifiestan sobre las obras en forma de suciedad adherida, excrementos y otros depósitos.
Algunas intervenciones anteriores habían dañado también las piezas. Todas las superficies se encontraban repintadas en sucesivas manos de pintura negra, que dificultaban la apreciación estética de los volúmenes. Además, ciertos elementos habían sufrido modificaciones, sobre todo, aquellos relacionados con la instalación eléctrica.
A fin de restituir sus valores histórico-artísticos y recuperar su función, los candelabros se sometieron a una intervención de restauración. Lo primero fue proceder a su desmontaje y traslado a nuestros talleres de Collado Villalba. Para devolverle su entidad a los volúmenes y acabados del bronce y facilitar, con ello, la lectura de los faroles, se acometió una limpieza y eliminación de repintes por medios tanto químicos como mecánicos, ejecutados manualmente y de manera muy contralada, quedando las superficies limpias, libres de residuos y secas. Los elementos perdidos se reintegraron por fundido a la cera perdida con acero inoxidable y se fijaron por soldadura, con el objetivo de recuperar la simetría y unicidad de las obras, al tiempo que se aseguraba la consolidación estructural de las mismas.
Nos deshicimos de la instalación eléctrica que había quedado obsoleta y, en su lugar, se implantó una tecnología LED, renovando casquillos, cables, bombillas y globos.

Decapado y sustitución de instalación eléctrica

Decapado y sustitución de instalación eléctrica

Se retiró el sistema de anclaje incrustado en la piedra, con el propósito de evitar que el deterioro se siguiera transmitiendo sobre ella. Las pilastras se prepararon para recibir los nuevos anclajes. Tras una limpieza inicial, se procedió a su consolidación, reintegración volumétrica con resina acrílica y nivelación de las superficies que así lo requerían con reglas metálicas.
Se ideó un sistema de anclaje, a partir de chapas de acero inoxidable conectadas a los candelabros y a la peana por medio de tornillos del mismo material, que impedirá que las tensiones derivadas de posteriores desmontajes repercutan en la piedra.
Durante la intervención se observó que una de las pilastras que flanquean la Puerta de Punto Limpio había sufrido un desplazamiento y corría el riesgo de desplomarse, como consecuencia última del empuje ejercido por las puertas y la retirada de los candelabros que aportaban un peso vertical. Para frenar el avance del deterioro se realizó un apuntalamiento de urgencia mediante empresillamento de los pilares. De esta manera, el problema quedó aplazado hasta poder abordarse la restauración integral de la verja.

Sistema de anclaje y montaje

Sistema de anclaje y montaje

En consenso con la Dirección Facultativa, se escogió aplicar una pátina natural y pasivado en todas las superficies, que proporcionara un acabado en tono claro, con el que anticiparnos al oscurecimiento que conlleva el envejecimiento natural de este tipo de materiales en contextos urbanos con presencia de contaminación. Con ello, se consiguió obtener un estrato de protección muy estable, que se refuerza con una fina capa de cera microcristalina, que evitará que, en el futuro, los aportes de grasa puedan llegar a provocar la alteración cromática de la pátina.
Por último, se procedió al embalaje, traslado a su ubicación original y, finalmente, al montaje de los candelabros en la verja y la puesta en marcha de su sistema eléctrico, adaptándolo a las canalizaciones y protecciones marcadas por el Cuartel y programando su encendido y apagado de acuerdo a lo indicado por este.

Estado final

Estado final

Con esta intervención de restauración, se ha puesto remedio a las patologías que afectaban a los faroles, se ha recuperado la estabilidad de los materiales y se ha facilitado la apreciación de las calidades y matices de su técnica de ejecución, al tiempo que se ha restituido su función de iluminación.

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El Barco® es una empresa especializada en la Conservación y Restauración del Patrimonio Artístico, que inicia su travesía empresarial en 1986. Gracias a la pasión por el trabajo riguroso y el respeto por el Arte, el Patrimonio Cultural y la tradición artesanal, hemos conseguido ser un referente dentro del sector de la Conservación y Restauración del Patrimonio Artístico.